E.S: Cómo se viajaba en 1816

¿CÓMO SE VIAJABA EN EL AÑO 1816 HACIA TUCUMÁN?
   Profesor: Manuel Hernández

¿Sabías que a partir de la colonización española se introducen en América los medios de transporte como la carreta y la galera, así como animales de transporte y carga como caballos, bueyes, asnos y mulas? El año 1816 es particularmente especial para Argentina, porque es en este año cuando se firma la declaración de la Independencia de las Provincias Unidas del Rey Fernando VII de España y de cualquier dominación extranjera. Un viaje de Buenos Aires a Tucumán podía tardar desde 25 hasta 60 días, o sea, podían pasar hasta dos meses viajando. Ese mismo viaje hoy se realiza en ¡Doce-Trece horas!
Las vías de comunicación terrestres de estos territorios durante la época colonial no eran nada óptimas, caminos de tierra, calles empedradas y rústicas eran por donde debían transitar las personas a pie, los menos afortunados. Y los de clase media y alta podían recorrerlas a caballo o en otros transportes más sofisticados para la época. Las carreteras eran angostas, carecían de iluminación y los transportes de tracción animal tardaban varias semanas para llegar de una provincia a otra. Los viajes largos requerían de hacer paradas para descansar, alimentar a los animales y conseguir provisiones en el camino. Los viajeros se detenían en las postas, que eran ranchos elaborados con adobe y techos de paja donde podían descansar, comer y recambiar los animales. El año 1816 es particularmente especial para Argentina, porque es en este año cuando se firma la declaración de la Independencia de las Provincias Unidas del Rey Fernando VII de España y de cualquier dominación extranjera. La situación política de muchas provincias y la distancia geográfica entre unas y otras dificultaba la tarea de reunir a los representantes del Congreso para firmar la declaración emancipadora. En estos años los medios de transporte más utilizados eran las galeras, carretas, la sopanda y caballos.
 LA GALERA
Considerado como el medio de transporte más cómodo y rápido de la época además de ser el más costoso,
por lo que solo las clases privilegiadas podían utilizarlo, este transporte tenía la capacidad de trasladar hasta
10 personas sin mercadería. Constaba de dos ruedas de 2 metros de diámetro y un látigo para arrear.
El acolchado interno de la galera aportaba confort a los usuarios y los numerosos bolsillos estaban
dispuestos en la galera para que los usuarios guardaran sus pertenencias. Este carruaje de cuatro ruedas era
tirado por cuatro caballos dirigidos por un conocedor de las carreteras que recibía el nombre de postillón.
De acuerdo a los registros históricos, los congresistas que viajaron desde Buenos Aires a Tucumán tardaron
25/30 días en llegar a la provincia. También se consideraba un medio de transporte muy liviano, por lo que
era el más difícil de utilizar en caminos donde se podían embarrar fácilmente.
LA CARRETA
Durante siglos, la carreta fue en Argentina y otras colonias españolas, el medio por excelencia para
transportar personas y mercancías de una provincia a otra, siendo un eje principal de la economía de la
época y sus utilidades se extendieron en varios aspectos de la vida diaria durante estos siglos. Era el más
resistente y accesible, sin embargo viajaban más lento en la misma.
Las carretas eran tiradas por bueyes o caballos, empleaban dos grandes ruedas traseras que podían llegar a
medir hasta tres metros de diámetro, más altas que un arco de fútbol. Generalmente viajaban en caravanas. 
En viajes largos, lo común era organizar tropas de unas 50 carretas, que representaban una
verdadera escuadra escoltada por los peones y arrieros de los animales de muda y de aquellos otros
destinados al sacrificio para la alimentación de la peonada y de los pasajeros durante tantos días.
Los elementos más representativos de las carretas era principalmente el turú: una corneta elaborada
con un cuerno de vaca y caña tacuara que servía para estimular a los bueyes y comunicarse con otras
carretas en el camino. También se transportaban jaulas de madera, cañas para aves de corral, herramientas,
cueros y lazos. El trayecto entre Buenos Aires y Tucumán en carreta se completaba en 40-50 días de viaje,
ya que era el medio de transporte más pesado.
LA SOPANDA
Otro de los medios confortables para trasladarse por tierra en la época, era la sopanda, parecida a la galera
pero cerrada completamente con puertas y ventanas pero que contaba con un novedoso mecanismo de
amortiguación que consistía en correas de cuero que mitigaban los saltos del camino.
Era tirado por una yunta de caballos y tenía espacios para llevar pajes en la parte posterior. Era propio de las
clases adineradas.
Cuando se organizaban grandes viajes de una provincia a otra, se realizaban en las tropas: este sistema de
transporte estaba compuesto por varias carretas escoltadas por un grupo de peones, donde el capataz
lideraba el grupo y decidía los lugares para detenerse, descansar y preparar las provisiones.
Para los viajes largos, se llevaban animales especialmente para el recambio y así garantizar el descanso
oportuno del resto de los animales que tiraban las carretas. El viaje de las tropas se organizaba para
transportar pasajeros y correspondencias. El viaje de Buenos Aires a Tucumán mediante las tropas duró
entre dos y tres meses.
Para llevar las correspondencias a cada provincia de la región, durante esta época se empleaba el servicio de
los chasquis, hombres que a caballo recorrían largas distancias para llevar cartas importantes y
comunicaciones, que muchas veces eran escoltados si transportaban alguna información confidencial. Era el
sistema de comunicación utilizado por los Incas. Fue a través de los chasquis que la Declaración de
Independencia llegó a cada una de las Provincias Unidas para dar la buena noticia a todos los habitantes de
la incipiente nación libre. Se habían distribuido unas 3.000 copias y el protagonista de esta historia fue
Cayetano Grimau, comúnmente conocido como “El chasqui de la independencia”.


Publicado el 8/7/2020

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